Un punto conseguido in extremis por los rojiblancos, pero que deja un regusto raro, ya que aunque el empate fue sobre la bocina cuando ya lo veíamos perdido, también en el cómputo general del partido, el equipo bilbaíno mereció más. Raro. Raro.
Empiezo diciendo que estoy contenta porque nuestros chicos, siguen jugando como en todos los partidos. Saliendo a muerte a por los contrarios, dando igual quien sea el oponente. Muy bien, achuchando desde el minuto uno. De hecho, en ese momento hubo un posible penalti que el árbitro, ni siquiera dudó en no pitarlo, a pesar de lo escandaloso de la caída. Lo revisaron en el VAR pero se reafirmaron. Yo les hago una pregunta a los colegiados, ¿Elustondo, qué tocó primero, el balón para despejarlo, o la rodilla de Iñaki para derribarlo? No hay más preguntas señorías.
La Real, no olvidemos el líder de la Liga, también hizo cosas buenas, sobre todo Isak, pero los nuestros no les dejaron hacer ese juego fluido que han desarrollado hasta ahora. Mérito nuestro. Además se fueron generando ocasiones. Iñaki, ¡no se puede perdonar tanto! La jugada ya comentada debería haber sido gol y no estaríamos discutiendo otras cosas. Raúl García le puso un balón maravilloso pero Elustondo le comió la tostada.
La presión de los jugadores encomiable. Parecía difícil mantener el ritmo en el segundo tiempo pero se logró. Y vino la jugada que te puede marcar un derbi y lo marca. Íñigo Martínez, otra vez, cometió un penalti muy claro, que puso en ventaja a los blanquiazules. Nada que objetarle al árbitro en esa jugada. Pero luego…. Madre mía, ¡ Qué recital de errores! Para empezar la patada de Mikel Merino a Sancet sin ninguna posibilidad de jugar el balón es una tarjeta roja como una casa. Según López Ufarte (por si acaso, ex jugador de la Real, ganador de las últimas Ligas que ganó su equipo, en Primera división), Merino, perdió la cabeza. Pero… a pesar de eso le sacaron la amarilla, solo amarilla. Poco después Merino, otra vez, le dio a Petxarromán con la mano, y nada. Nada. Para al de poco tiempo sacar una roja a Íñigo por una jugada de auténtico chiste. Primero hay falta de Isak, y en el forcejeo posterior Íñigo con su mano toca la cara del sueco. Otra amarilla y expulsado. Para que consideréis si es o no, os diré que López Ugarte dijo, que no, que no era roja. Y así el equipo estuvo 11 minutos con un jugador menos. Una vergüenza. Por cierto, espero que el Club reclamé para que le quiten la tarjeta.
A pesar de todo, ir perdiendo y con 10, no se arrugaron y lo siguieron intentando. La justicia divina, quiso que en una falta sacada sin gran peligro por parte de Iker Muniain ( salvo porque iba a puerta), Remiro, no sé si se quiso adornar, pero intentó repelarla de puños, cuando o debía blocarla o despejarla, pero con las manos abiertas. Pero… Gracias, muchas gracias, porque el balón fue para dentro y el Athletic, consiguió empatar. Y he dicho lo de justicia divina, ya que Íñigo, ex de la Real, nos la había montado parda, no estuvo mal que Remiro, ex del Athletic, se la montase a ellos.
Añadiría sobre el arbitraje que a Martínez Munuera le costó muchísimo sacar una tarjeta. En concreto, Rico es increíble que se fuese a su casa sin ella. Nada más comenzar el partido cometió una falta de las que ponen en peligro la integridad física de los jugadores. Pero… Nada. Sigan, sigan, que diría Mateu.
También, por dar algunos nombres de futbolistas tengo que mencionar a uno que siempre me ha encantado pero que le encuentro muy bajo. Óscar De Marcos, ya lo dije la semana pasada, está sufriendo muchísimo y tiene problemas para contener a los rivales. Por contra, me alegré por fin de ver a Petxarromán aunque fuesen solo 16 minutos. Debut en su ex-casa. Espero que siga contando con él, Marcelino.
Además quiero mencionar a Unai Vencedor, no lo hice la semana pasada a pesar de merecerlo y está quiero hacerlo. Nos está dando y nos va a dar mucho. Mucho. Cada partido le veo mejor.
Y así, casi como sin darnos cuenta el Athletic de todos los partidos jugados fuera de casa, todavía no ha perdido ninguno. El mérito es increíble. Pena otra vez que nos está faltando ese puntito de suerte, pero si se sigue así… se puede hacer algo importante.
¡Aúpa Athletic!