Sí es rentable

Dicen que la desinformación es rentable, pero me cuesta ver el modelo de negocio, así de pobre soy, no como Alvise Pérez, que “se retracta de su primera declaración de intereses y admite ingresos de más de 800.000 euros desde 2021” (Newtral). En concreto, 821.000 eurazos: “639.200 corresponderían a dinero recibido en donaciones por su actividad como influencer, 129.000 euros corresponden a pagos de las plataformas Meta y Patreon, y 15.000 euros corresponden a su actividad como dueño y administrador de la empresa Resistencia Popular SL en 2021”. “Al incorporarse a la cámara, Pérez no declaró ningún ingreso”.

Una emergencia

Es urgente que la oferta de vivienda sea mayor, es urgente que quien tiene casas vacías tenga las certidumbres que necesita para sacarlas al mercado de alquiler (el de toda la vida) o compra-venta, es urgente que quien ha comprado pisos para ponerlos en Airbnb sienta el repudio y la vergüenza social, y la presión administrativa para que abandone su especulación. Es necesario porque “Alquilar una habitación ya cuesta la mitad del salario mínimo interprofesional y casi lo mismo que la cuota de una hipoteca” (Infobae), en España y en Euskadi, con la ley de Vivienda del PSOE, Bildu y Sumar, a todo trapo (electoral).

La mitad de las y los niños, sin pediatra

“Casi la mitad de los menores en Andalucía no tienen pediatra asignado”, leo en El Salto Diario y me quedo con cara de pasmo. La verdad es que la segunda parte del titular (“mientras la Junta presume de inversión”) me parece lo de menos. En este tema también hay apreturas evidentes: urge que las facultades amplíen el número de estudiantes (la EHU ha reducido el número de nuevas plazas que el anterior equipo rectoral había comprometido) y urge que los sindicatos médicos admitan que cuando hablan de “inflaccionar el número de facultativos” se equivocan. Si ese titular se da en Euskadi, ¿qué diría el PP?

Hay alternativa

New York es una isla, no solo en sentido geográfico: su población es mucho más progresista que el resto de EE.UU., por eso es posible el ascenso de personajes como Zohran Mamdani, que será el candidato demócrata a la alcaldía con propuestas como estas que resumen en El Diario: “Autobuses gratis, más vivienda y apoyo a Palestina”. Hay más: quiere “construir 200.000 nuevas viviendas en los próximos 10 años” (de nuevo, aumentar la oferta) y gravar a quien gane más de un millón al año. Por supuesto, “el ascenso de Mamdani se ha visto impulsado por unos seguidores en las redes sociales que eclipsan a los de sus rivales”.

El negocio somos nosotras y nosotros

Vuelve a confirmarse eso de que cuando en Internet hay algo gratis es porque el producto somos nosotras y nosotros. Enrique Dans lo explica con claridad meridiana en el caso de WhatsApp: “El verdadero negocio no está en esos anuncios (que, tarde o temprano, terminarán llegando al resto de la aplicación), sino en la gigantesca colección de metadatos que la compañía extraerá de cada uno de tus movimientos”. “Meta no es precisamente tímida a la hora de explotarla: cuando una multa millonaria cae sobre sus arcas, la tratan como un simple ‘coste de hacer negocios’ y siguen adelante”.

No podemos ceder

“Menos del 30% de la población mundial vive en sistemas democráticos. Hace dos décadas era más del 50%”. Esto que dice el historiador Steven Forti en Ctxt debe preocuparnos y ocuparnos. No podemos dar un paso atrás, no cederemos, no pasarán, literalmente. Llevo años bastante seguro de que si mi hija o mi hijo participan en política tendrán a los fascistas enfrente, como los tuvieron mis abuelas y mis abuelos. Lo que no esperaba es que yo fuera a verlo de modo tan claro y evidente. Los Trump, Putin, Netanyahu, y los populistas de base fascista de mucho más cerca tienen que saber que no les dejaremos avanzar.

Cuidado con algunos demócratas

Fascistas, aparte, no por ser demócrata voy a estar de acuerdo con alguien. Estaré de acuerdo en lo básico, pero no en el resto, necesariamente. Esto de Antonio Agredano en The Objective, sin ir más lejos, define perfectamente el rechazo que algunos demócratas pueden generarnos: “El tonito del todo mal. El tonito del aquí los listos y allí los demás. El tonito. El tonito sanchista. El tonito de sus alrededores. La caída de párpados de Yolanda Díaz. El paso acelerado del ministro Bustinduy que es el paso acelerado de esos compañeros de trabajo que van con prisa a todas partes porque en realidad no hacen nada”.

Para esto sirve Europa

Del mismo modo que no esperaba que el fascismo avanzase tan rápidamente, no esperaba que en 2025 tuviéramos que esforzarnos en explicar que la Unión Europea es beneficiosa para nuestras vidas, y menos en este contexto en el que Europa es, precisamente, una reserva mundial de la democracia. De la democracia y de los derechos de las personas consumidoras: “Los pasajeros de la UE podrán llevar equipaje de mano gratis en los aviones sin recargos” (Euronews). “Hasta siete kilogramos” podremos subir a la cabina. Por supuesto, las compañías han reaccionado anunciando subidas de precios. Europa tendrá que intervenir otra vez.

Y tendrá que hacer más

“La infraestructura digital europea está en manos de quien menos respeta nuestras instituciones y nuestros valores”, avisa Enrique Dans en su blog. Es cierto: tecnológicamente, Europa está en manos de empresas estadounidenses que, especialmente ahora, responden ante autoridades que ni siquiera entienden nuestros estándares. Por lo que urge “romper” nuestra “dependencia”. Dans considera que Europa tiene una oportunidad: su mercado interno. Y sugiere algo muy interesante: nuestros gobiernos deben ser intervencionistas si es necesario para impulsar desde lo público el desarrollo tecnológico, como hace China.

A la mierda los y las ultrarricas

Sí, me molestan porque aportan poco y porque su única habilidad consiste en convencernos de que necesitamos las mierdas con las que ellos amasan dinero que gastan sin responsabilidad. La boda de Jeff Bezos en Venecia demuestra que gravar el 100% de los ingresos a partir de los 100 millones me parece hoy una urgencia global. Amy Odell en The New York Times lo dice tiene muy claro: “Tras la segunda elección del presidente Donald Trump, la vida lujosa está a todo volumen”. “La suntuosidad y la ostentación han sustituido a la riqueza discreta. Alardear está de moda”. Y acuña el término “VIC” para referirse a las clientas (mujeres, sí) importantes.

Saben que no es verdad

Osakidetza es una de las sanidades públicas de Europa que menos dinero destinan a sus conciertos con centros privados. Esta es la realidad. Y este, el argumento de LAB en su propia página web: “El gobierno no garantiza que el sistema sanitario se ofrecerá con recursos públicos y propios, y mantiene la dependencia respecto al sector privado”. Yo soy de Portugalete, toda la vida hemos ido a San Juan de Dios. ¿Qué pretenden? ¿Que dejemos de hacerlo y vayamos a Cruces a colapsarlo (para seguir quejándose)? ¿Construir otro hospital en Portugalete? ¿En serio? Si saben que lo que afirman no es verdad, ¿por qué lo hacen?

Cada día

“Israel mata a al menos 40 palestinos en Gaza, incluidas decenas que buscaban ayuda alimentaria”. Leo esto en France 24 y me quedo inmóvil delante del ordenador, como cada día, sin saber qué hacer salvo indignarme, salvo sorprenderme, también hoy, como ayer y, por desgracia, como mañana, por cómo esto puede suceder cada día sin que nadie haga nada, aparentemente. Mientras miramos a Irán o a La Haya, el gobierno y el ejército israelíes siguen asesinando a personas que lo han perdido todo y buscan comida para sus familias, muchas de ellas mutiladas. Este horror no puede resultarnos ajeno de ninguna manera.

En todo momento y en todo lugar

“Rusia gana terreno a la sombra del conflicto en Oriente Medio y recrudece sus ataques contra Ucrania”. Leo esto en El Debate y pienso que cuando Rusia gana terreno no lo hace marchando en un Lada, sino en tanques, con soldados armados y después de que los drones hayan explotado sobre objetivos militares y civiles, como vemos cada día. 42 personas fallecidas y más de 400 heridas en lo que llevamos de semana, según el digital, mientras miramos, otra vez, a Irán o a La Haya. Vivimos tiempos terribles pero no podemos resignarnos, al contrario: debemos ser exigentes con quien puede hacer algo para que lo haga.

¿Putin será el siguiente?

Esta semana Pedro Sánchez se ha enfrentado a Donald Trump y a Benjamín Netanyahu. ¿Alguien tenía que hacerlo y ha sido él? Sí. ¿Lo habría hecho si no estuviese en la situación política que sufre en España? Tengo mis dudas. Sánchez ha decidido fulminar la política exterior española. Tierra quemada. Como la de Israel en Gaza, sí. Como la de EE.UU. en el cerebro de los idiotas, también. Pero una huida hacia delante no es necesariamente valiente igual que lo que está haciendo Sánchez no es valiente, sino una huida hacia delante. ¿Será Putin el siguiente o evitará pisar pies izquierdos de pensamientos antiguos?

Seguramente, fue un sábado

Tal día como hoy, un sábado (creo) de junio de hace veinte años, Deia publicó por primera vez un artículo de opinión que firmaba un tal Iker Merodio. Entonces, hacía mi tesis sobre comunicación de conflicto, tuve el atrevimiento de escribir un mail al periódico que aita traía a casa y en Deia tuvieron la valentía de hacerme un hueco. Después me volví recurrente (o insistente), empezaron a pedirme colaboraciones y, finalmente, llegó esta columna (que lleva quince años saliendo a diario). Así que solo puedo dar las gracias a jefes, jefas, lectores y lectoras que siguen creyendo que puede que mañana tenga algo interesante que decir.

El titular que quería

“El pulso por el gasto en defensa sitúa a España como principal opositor a Trump en la UE”. Este es el titular que Pedro Sánchez quería leer, el que buscaba, y el que ha elegido El Diario. Vuelvo a citar a Ivà, que puso en boca de su Makinavaja aquel: “Pues bueno, pues vale, pues me alegro”. Será que estoy cansado y que tengo ganas de decir: “Menos no puede importarme”. Pero me importa, claro, porque creo que no podemos aislarnos (por mucho que a veces lo deseemos), porque aunque nos dejen con cara de pasmo, tenemos que mirarles de frente para ver cómo intentan engañarnos, manipularnos, llevarnos por donde quieren.

A la porra

No estoy en contra de que mi país esté en la OTAN, aunque sea de modo indirecto. Creo que la defensa común no es una cuestión que se puede despreciar a la ligera o por mantener un argumentario desactualizado. Pero sí estoy en contra de que el secretario general de una organización que tiene que ser pragmática y ágil, se muestre completamente servil a Donald Trump por mucho que sea el que más ponga para que la organización se mantenga. Rutte no sirve, se ha autodescartado, y como tal deberían de actuar el resto de países. Salvo España que, en su caso, también se ha autodescartado para poder presionar a Rutte.

Es triunfalista pero no gana

Tengo la impresión de que cuando Donald Trump habla como si fuera un poco tonto, con frases cortas y adjetivos grandilocuentes, lo hace para dirigirse a un público que lo aprecia, que acepta de buen grado que le expliquen las cosas de idiota a idiota. Es su cultura y hay que respetarla (o no). Pero si algo no me sorprende de su discurso es la incoherencia: Trump es un triunfalista excepcional pero no siempre un vencedor en lo político: según la BBC, “las centrifugadoras iraníes están prácticamente intactas y el impacto se limitó a las estructuras superficiales”, aunque ahora se afanen, como siempre, en dar la razón al jefe.

Es que es lo nuestro

Me parece bien lo que está haciendo la directiva del Athletic, que va a dificultar que un rival se refuerce. Un rival que, además, cuenta con todos los favores que necesite, incluidos los del gobierno español. Mientras en Francia el Lyon baja a segunda por mala gestión, en España Laporta reutiliza palancas para fichar e inscribir jugadores, y ahora para pagar otra cláusula de rescisión y otro contrato millonario. “Que se ocupen de lo suyo” (El Periódico), dice el presidente del Barça, y eso es justo lo que hacen Jon Uriarte y los suyos: porque Nico Williams sigue siendo jugador del Athletic aunque nadie en Barcelona actúe como tal.

Con dinero del Monopoly

Valoro los intentos del Athletic pero tengo pocas dudas: Nico Williams acabará jugando en el FC Barcelona, que pagará la cláusula de rescisión y podrá inscribir al jugador. ¿Con qué dinero? Eso es lo de menos y lo sabemos: “El Barça destinará los casi 100 millones de los palcos VIP a las obras del Spotify Camp Nou” (2 Playbook). Es el mismo dinero que sirvió para inscribir a Dani Olmo y Pau Víctor, con ayuda del CSD, que luego no aparecía en las cuentas de La Liga, y con los que ahora pagarán una parte de las obras, según el FC Barcelona, claro. Y el dinero de Nike seguro que también se multiplica, como los panes, los peces y las butifarras.

¿Qué más da ya todo?

Hacer política es ponerse de acuerdo con quien piensa diferente para tomar una decisión que beneficie al máximo número de personas posible. Y con quien no queda satisfecho hay que ser responsable y honesto, mirar de frente y contarles las razones con la verdad por delante. Insisto, esto que acabo de describir es hacer política. Y esto es hacer populismo: “Podemos e IU piden salir de la OTAN y condenan el aumento en gasto militar aceptado por Sánchez” (El Plural). ¿Qué más da todo ya? Las y los políticos cobran bien para que carguen con su parte de responsabilidad, y eso que anuncian Podemos e IU contenta a los suyos… Y a Putin. Vaya.

Una pésima decisión

Cuando con unas declaraciones consigues más reacciones negativas o dudas, en el mejor de los casos, que aplausos, es evidente que te has equivocado. Así que cuando “la Iglesia española rompe la última barrera del consenso democrático al pedir cambio de gobierno” (El Diario), está claro que ha errado, que alguien ha tomado una pésima decisión al dejar a la institución a los pies de los caballos. ¿Quién gana algo con esa petición, con esa entrada en política que nadie ha reclamado? ¿Cuántas personas han pensado que eso no debería de haber pasado? La que más ha perdido, una vez más, es la iglesia. Ya pueden espabilar sus portavoces.

¿Qué dices, Juan Carlos?

¿Creo que la izquierda se ha pasado enredándose en cuestiones que nunca fueron relevantes? Sí. ¿Creo que el resto nos hemos pasado con lo políticamente correcto? No tengo ninguna duda. Dicho esto: Juan Carlos Girauta piensa que todos menos él somos idiotas al mezclar las evidencias (en mi opinión) que acabo de escribir con sus obsesiones, que resume en su columna “Hemos ganado” (El Debate). “El colapso del ‘wokismo’”, empieza. Y termina así: “Al público serio se le escapan las risitas con el discurso woke. Será por Trump, por nuestro empeño, por su debilidad. O por todo a la vez”. ¿Qué has ganado tú Juan Carlos?

Siempre gana Arabia Saudí

Es Arabia Saudí el que está pagando la fiesta millonaria del mundial de clubes que nadie pidió y que solo sirve para que los ricos sean más ricos. La misma Arabia Saudí que “conocía al detalle los planes de Israel y EE.UU. con Irán, lo que habría llevado al reino saudí a inundar el mercado de crudo y evitar una ‘mega-crisis’ del petróleo” (El Economista). Evitar una gran crisis y hacer una gran caja, claro, que los grandes eventos deportivos hay que pagarlos y planificarlos bien: “Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos llevarían meses preparando el mercado de petróleo para una situación extrema como es la que se está viviendo en la actualidad”.

“Los gurús”

Leo en El Blog Salmón que “los gurús de la bolsa dejan de serlo cuando se ponen bajistas” y sonrío, claro. Porque en el sector financiero, como en todos, el nivel se demuestra cuando vienen mal dadas, no cuando todo es fácil. En mi sector, el de la política, hablamos de surfear la ola: hacerlo bien tiene mérito, claro, pero lo verdaderamente difícil es surfear cuando las condiciones del mal son las peores. Curiosamente, ahí suelen desaparecer las y los gurús, y las circunstancias parecen mares ingobernables ante los que solo cabe resignarse. Pues eso, ni en la bolsa, ni en política, ni en la vida.