Cuarto partido de esta temporada contra el Atlético de Madrid, y cuarto triunfo de los de la capital. El sábado en la Catedral los madrileños demostraron porque están en la primera posición de esta Liga tan descafeinada. De los equipos que han pasado por San Mamés han demostrado que son los mejores con mucha diferencia, y estoy hablando comparándolos también con el Real Madrid y con el Barcelona. Su partido fue estupendo, destacando de una manera espectacular Diego Costa, el que casi solito consiguió volver loca a nuestra defensa. Pena que sea tan… Aunque en este partido sólo hubo una jugada en la que se ve que va a ver qué pilla (foto inferior), dejando por supuesto a Iraola totalmente dolorido en el suelo. Si no jugase tan al límite, incluso fuera del reglamento, sería una maravilla.
La diferencia entre el equipo colchonero y el Athletic es abismal. Están a otra dimensión, pero a pesar de ello estoy contenta porque nuestro equipo le plantó cara y le puso en algunos apuros, pocos, pero algunos. El Athletic empezó ganando curiosamente en una contra, arte que dominan los colchoneros mejor que nadie. El gol de Muniain es precioso por su resolución. Quizá Courtois pudo hacer algo más saliendo un poco antes pero… ya era hora que este portero fallase algo en San Mamés porque también vaya Copa que nos dio. Al Atlético no le afectó mucho el gol porque ellos siguieron a lo suyo. Y lo suyo no es otra cosa que tirar balones hacia delante en donde sí o sí está Diego Costa para dejar en evidencia a las defensas. En nuestro caso, el pobre Mikel San José se pasó todo el partido siguiéndole. La diferencia de velocidades entre ambos es tan amplia que ni aunque hubiese sacado una bicicleta hubiese llegado a alcanzarle. Laporte es rápido y quizá tanto como Diego pero a pesar de ello alguna vez el delantero se le escapó, como en el segundo tiempo donde le hizo un penalti como una casa, arrastrándole con el pie, cuando Costa le había hecho un quiebro increíble. Penalti, que el fenómeno de Teixeira no vio. Comienzo ahora el capítulo Teixeira. Teixeira, Juan Antonio, es decir, el mayor de los dos Teixeiras y el que más tardó en alcanzar la Primera División. Si el otro es malo, éste es peor. No sólo se comió este penalti, también otro. Poco antes de acabar el partido Arda Turan se olvida absolutamente del balón y va a por Toquero, en el área, al que derriba sin ningún pudor ni disimulo. Penalti también clarísimo. Tampoco lo vio. Así mismo cortó una jugada en la que el «Cebolla» Rodríguez se quedaba solo ante Iraizoz, ¡para pitar una falta a favor del Atlético!. En fin. En el gol de Coque hay una falta previa de Raúl García a Mikel Rico en el borde del área, justo antes de que el balón llegue a Filipe Luis, tampoco la ve. En fin. Lo dicho, Teixeira es un fenómeno. Malo como la carne de pescuezo pero en este caso ha perjudicado a ambos equipos. Eso es lo que tienen los árbitros malos, que son malos para los dos, y no hay más. Hay otros como Undiano que no son malos, en sí, que lo que son es malvados porque lo hacen apropósito. Éste no, éste es «sólo malo».
Dejando al árbitro y volviendo al juego, salvo el nivel de Diego Costa, que por momentos parecía un extraterrestre, los rojiblancos repito, mantuvieron el tipo y tuvieron alguna oportunidad, como he dicho antes, de empatar, a pesar de su superioridad. Pero las oportunidades existieron. De Marcos, se vio sólo ante Courtois pero tiró altísimo. Aduriz hizo un remate de cabeza de gol, pero de nuevo apareció el portero para sacar una mano increíble y aguarnos la fiesta. El penalti a Toquero (que igual luego nos paraban pero…). Vamos que alguna posibilidad sí que tuvimos y visto el nivel de los madrileños hay que darle también mérito a los nuestros. Creo que fue un buen partido para el espectador por las alternativas de juego, repitiendo que el dominio fue sobre todo del Atlético. El equipo de Simeone merece ser campeón por haber podido dar un poco de emoción a esta Liga que llamo descafeinada, porque el que se la disputen sólo dos es un rollo inmenso. Así que si les dan en el morro a los todopoderosos Barça y Madrid, y gana el Atlético, por lo menos podremos hablar de una Liga de tres, que sigue siendo una porquería pero… menos es nada, porque el que alguien con menos, mucho menos presupuesto pueda poner en tela de juicio la superioridad de los otros grandes siempre gusta, por lo menos a mí.
Volviendo a lo nuestro, sobre los siguientes partidos (salvo uno) ya van a ser partidos de nuestra Liga y ahí es donde no debemos fallar. Ahora toca ir otra vez a Levante, en este caso a jugar contra el Idem, equipo de Caparrós, que nos suele dar problemas. A ver si podemos cambiar esa media inglesa de un punto fuera y tres en casa por la de un punto en casa (el que hemos conseguido) y tres fuera. De momento nuestros perseguidores también están fallando. Sólo la Real y el Villarreal han conseguido puntuar (un punto cada uno), por lo que siguen Sevilla y Real a seis puntos de distancia. Hay que ganar al Levante, para que sigan por lo menos igual de lejos o más. ¡A por ellos!